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Presentación, a cargo de Montserrat
Calvo Artes, psicóloga
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Bona nit, senyores i senyors, buenas noches
señoras y señores, bonsoir mesdames et messieurs, minasan,
konbanwa.
Si bién mi interés por la cultura nipona es lejano y sincero,
nunca habia pensado seriamente en intentar hablar, entender o escribir
su idioma. Sin embargo ahora me siento tentada a hacerlo y eso es gracias
a Yves Maniette y a su obra «Los kanji en la tête», un
laborioso y concienzudo libro que pone al alcance de los francófonos
el sistema gráfico japonés. Un libor que él ha tenido
la valentia no sólo de escribir sino también de editar y
distribuir: todo un reto.
Soy Montserrat Calvo, y debido a mi formación
profesional siento inclinación por las buenas palabras, los buenos
libros y los buenos retos, y esto explica mi presencia aquí. Si
además de todo ello el libro ha sido escrito por una persona amigable
y amable como es Yves, el gozo es doble.
Y¿qué es en realidad un
gozo doble? ¿un gozo a dos, un placer estereofónico? ?dos
gozos por el precio de uno?
Buscando «placer» en el diccionario
de uso del español de Maria Moliner, encontré: «del
latín placere: delicia. Sensación producida en los sentidos
o en la sensibilidad estética por algo que gusta mucho, como un
esquisito manjar, un baño en el mar o un trozo de música.»
Buscando en «Los kanji dans la tête», me ha parecido
encontrar lo siguiente en el ideograma «placer»: «el
estado de espiritu que anima a un grupo de carniceros que cortan con optimismo
el costado fresco de un buey!»
Desde mi sorpresa e ignorancia me pregunté
entonces que sería en este libro un intenso placer. Y encontré
en el ideograma intenso: «Bambú... tropa de caballos. Esta
intensidad hace referencía a la profundidad de una amistad o a la
gravedad de una enfermedad. En el ideograma encontramos un grupo de caballos
que tienen el bambú (e Yves pone entre parentesis: «¡que
me perdonen!» porque en argot francés, «tener el bambú»
significa «tener una estupenda erección.») Bién,
siguiendo con el ideograma, dice Yves, «los caballos están
plenamente dispuestos a mostrar su "más profunda amistad" a un grupo
de yeguas que se acerca...»
Curiosas similitudes y curiosas diferencias.
Complicadas seducciones de los conceptos... y en esto se transforma a mi
entender «los kanji dans la tête» cuando te adentras
en él: en una complicada seducción, un complicado gozo, un
complicado placer.
Precisamente estabamos Yves y yo disertando,
hace unos dias, acerca del reto que supone el proceso de creación,
en este caso de un libro, cuando él me comentó lo siguiente
respecto al suyo: «los mecanismos japoneses son suficientemente complicados
como para divertirme durante años.» Con este comentario que
pillé al vuelo, entendí dos cosas:
La primera es que a Yves Maniette le ha
divertido aprender y ha tenido una relación ludica y apasionante
con su obra y yo personalmente no conozco mejor garantía para que
sea así también para el futuro lector. Ya lo dijo Alan Watts:
«el trabajo bien hecho, señores, se hace con espiritu de juego.»
La segunda es que si bién el concepto
«complicación» desalienta o asusta a muchas personas,
no hemos de olvidar que nuestro cerebro necesita complicaciones para desarrollarse.
Que los seres humanos estamos aquí en la tierra para encontrarnos
con conflictos y construir creativamente y que, sin dificultades, seguiriamos
en la Edad de piedra.
Así que por la senda de la sana
complejidad que supone todo aprendizaje, transcurre Los kanji en la tête».
Yves Maniette nos ofrece con este libro
una buena técnica de aprendizaje de los ideogramas japoneses que
es buena técnica, porque estimula nuestras facultades mentales y
concretamente nuestra capacidad de análisis y percepción.
Y que es buena porque, al coincidir con la naturaleza del cerebro humano,
en su funcionamiento y mecanismos de memoria, nos facilita la comprensión
de lo que nos quiere enseñar: cómo acercarnos y deleitarnos
con los kanji mientras nos acercamos a la cultura de Japón. Para
concluir diré que Yves Maniette ha ido al fondo de un saber para
extraer y ofrecernos, desde lo más difícil y complejo, lo
más sencillo y ensencial.